November 4 - December 2, 2011
Sobre su obra Mariano Querol menciona: “Al ver la pintura de Salazar no puede haber indiferencia: su impacto visual es contundente y aún sí el observador no conoce de pintura, la de Salazar remece incluso en la indiferencia porque, en su obra brillan estímulos de toda índole dados el incalculable simbolismo y la indescriptible, compleja y significativa contradicción –entre el ensueño y la realidad, lo deseado y lo frustro, entre lo anhelado y lo no logrado- que contiene y que, según quien la perciba podrá hacerle sentir una gama de ternura, temor, confusión, asombro, rechazo, goce y toda una melodía, estridente, dulce, dolorosa, llena de contradicciones inebriantes. En ella se expresan el placer y el dolor, la inestabilidad tormentosa de lo humano y la exaltación sobrehumana de lo sagrado (...) Por momentos su obra nos transporta a la del Bosco, al mezclarse de modo abigarrado el horror con belleza lo que hace que el observador pueda sentir su propia compleja interioridad en función que el artista ha expresado honestamente la suya.