
Como artista autodidacta, me considero excepcionalmente curioso, siempre explorando nuevas avenidas creativas con materiales y técnicas de hace un siglo. Mi objetivo es dar nueva vida a estas tradiciones artísticas, infundiéndolas con una perspectiva fresca dentro del ámbito de la pintura abstracta. Cada visita a mi estudio es una oportunidad, una historia contada a través de un lenguaje sin palabras. Cada historia tiene posibilidades infinitas, y mi tarea es elegir una. Algunos pueden ver una falta de coherencia en las diferentes series de pinturas que desarrollo simultáneamente, pero para mí, la esencia radica en la libertad de no estar limitado por un solo enfoque. Esta búsqueda constante me permite descubrir tesoros que moldean mi visión del mundo y mi práctica artística. Veo mi tiempo en el estudio como una investigación interminable, un viaje en evolución. Cada pincelada, experimento y nueva perspectiva me lleva más allá de mi propio conocimiento, enriqueciendo mi comprensión de la pintura y de mí mismo como artista. Esta práctica imparable me motiva a explorar, innovar y desentrañar los misterios en la intersección de la tradición y el arte contemporáneo. En última instancia, mi arte es mi voz silenciosa, un medio para comunicar emociones, conceptos y visiones más allá del alcance de la comprensión racional.